Extender un saludo afectuoso por parte del Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora, a los Jefes de Estado, Vicepresidentes, Ministros, Ministras de Medio Ambiente, delegaciones, organismos internacionales y otras organizaciones presentes.

Felicitar y agradecer a la Presidenta de la COP 16, la Sra. Susana Muhamad. Señores presentes:

Desde el corazón de América del Sur, Bolivia se une al llamado de la Coalición de la Paz con la Naturaleza, que representa la voz de los pueblos con relación a nuestra Madre Tierra, a quien tratamos de proteger desde una visión no antropocéntrica, con enfoque integral para el «Vivir Bien o el Buen Vivir (como lo dicen en Colombia)” lo cual no es un ideal, sino una guía ancestral que nos recuerda la importancia de vivir en armonía con todos los seres que habitan en el planeta. Es un horizonte civilizatorio al cual debemos retornar.

Hoy enfrentamos una crisis ambiental y climática sin precedentes. La degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad exigen un cambio urgente en nuestra relación con la naturaleza, con nuestra madre tierra, de manera inmediata para garantizar la supervivencia, de nuestros pueblos y las futuras generaciones. Tomando en cuenta que la justicia social y ambiental, así como el respeto a los conocimientos ancestrales y bio-culturales de los pueblos originarios, son aspectos esenciales para restaurar nuestro entorno y cumplir con los compromisos regionales e internacionales.

Por esto, Bolivia se compromete activamente en el fortalecimiento de políticas públicas y en el desarrollo de capacidades institucionales, así como en la promoción de compromisos internacionales que garanticen una cooperación  más  justa  y  equitativa. Un  modelo  de  gestión  sostenible basado en la economía de la Madre Tierra es esencial para preservar y conservar la Amazonía a través del manejo de los componentes de la madre tierra, como los frutos amazónicos, claro ejemplo la castaña, actividad ligada a los pueblos indígenas y comunidades locales. Este modelo inclusivo y participativo genera recursos sin deforestar y sin degradar nuestros bosques y suelos, preservando culturas y conocimientos tradicionales.

Es imperativo subrayar que se necesita proporcionar mayor cooperación internacional a las instituciones de los países en desarrollo, asegurando que el financiamiento y el apoyo técnico sean implementados equitativamente. Solo así podremos permitir que todos los países, especialmente aquellos en vías de desarrollo, hagan de la protección y restauración de la biodiversidad un objetivo común. Esto implica reconocer la responsabilidad común pero diferenciada que tienen los países en función de sus capacidades y contribuciones históricas al problema ambiental. La creación de mecanismos financieros internacionales accesibles y eficientes es esencial para superar las barreras que actualmente limitan nuestra capacidad para actuar. Solo a través de un esfuerzo colectivo y solidario podremos enfrentar los desafíos que amenazan nuestro entorno natural.

Desde Bolivia, hacemos un llamado urgente para que el marco de acción internacional priorice la sostenibilidad financiera necesaria para abordar la crisis  ambiental  y  de  biodiversidad. Es  fundamental  que  se  aseguren medios de vida dignos para las poblaciones locales, lo que les permitirá preservar   nuestros bosques y   la   gran   biodiversidad   que albergan. La sostenibilidad debe estar en el centro de todas las decisiones, garantizando que la participación de los pueblos sea plena y efectiva. Necesitamos políticas que no solo protejan a la Madre Tierra, sino que también  promuevan  un  desarrollo  equitativo  y  justo  para  todas  las naciones. Solo  así  podremos  construir un  futuro  donde  el  bienestar humano y la conservación del medio ambiente vayan de la mano.

¡Hagamos de la paz con la naturaleza una realidad!

¡Jallalla Bolivia!