A invitación de la Embajada Británica en Bolivia, la Plataforma Ambiental Piensa Verde, Conservation Strategy Fund (CSF) y la FES; la Ministra de Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert, participó como panelista de este Webinar. El gobierno boliviano es consciente que si bien la pandemia del COVID-19 ha causado una grave crisis sanitaria y económica a nivel mundial, el contínuo impacto de los efectos del cambio climático cada vez pone en mayor riesgo el bienestar humano, los bosques, el mundo natural y los sistemas económicos.
“En este contexto tan difícil, los países en desarrollo como Bolivia pueden también ver una oportunidad, para ello el proceso de recuperación económica debería apoyarse en estrategias de desarrollo desconectadas de las emisiones de gases de efecto invernadero; y en el caso particular de Bolivia, desconectada de la deforestación, que junto a las actividades agropecuarias representa el 80% de las emisiones totales del país” ,argumentó la ministra Pinckert en su intervención.
El objeto de este evento sirvió para informar a los diferentes sectores de la sociedad, las entidades sin fines de lucro, empresas privadas y otros, sobre los esfuerzos que se realizan en la lucha contra el cambio climático en nuestro país, en el marco de la Conferencia del CP26 que se llevará a cabo en noviembre de 2021 en Glasgow, Reino Unido.
El webinar, destacó la importancia de la participación del sector privado y los organismos internacionales para el financiamiento de recursos provenientes de los fondos verdes a través de proyectos medioambientales, por ellos ya se tienen acercamientos con las entidades certificadoras. “Es importante establecer lineamientos para que el financiamiento verde o sostenible sea una realidad en nuestro país. Se necesita participación de fondos verdes, pero también del sector privado, apoyar al Estado para que genere políticas a largo plazo. Hay que pensar de manera inclusiva”, señaló Javier Aneiva; gerente general de la Bolsa Boliviana de Valores
Bolivia tiene el firme compromiso de cambiar la trayectoria de desarrollo poco sostenible que ha sido el patrón en los últimos 14 años , que generó los incendios del año pasado con secuelas que continúan a la fecha y que alcanzaron a 5 millones de hectáreas, dejándonos con 872.000 hectáreas de bosques perdidos y una seria afectación de la biodiversidad contenida en ellos.