El Ministerio de Medio Ambiente (MMAyA), a través de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, en un trabajo en conjunto con la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma), rescataron cerca de una decena de anfibios procedentes de traficantes de vida silvestres que pretendían vender a estos animales para ser consumidos como parte de creencias erróneas de algunos sectores.
Los animales fueron derivados rápidamente al Centro de Custodia de Fauna Silvestre Zoológico Municipal Vesty Pakos, que cuenta desde hace dos años con un área específica para el manejo de anfibios rescatados, generado con el apoyo técnico científico de Iniciativa Anfibios de Bolivia (BAI) y el Grupo de Especialistas de Anfibios de Bolivia (ASG-Bolivia), quienes asisten técnicamente al zoológico para sea manejados bajo estándares de bioseguridad internacional y reciban la atención necesaria para asegurar su sobrevivencia y bienestar.
La fase inicial de cuarentena, en el Zoológico es de suma importancia para asegurar su supervivencia dado que los anfibios decomisados estuvieron bajo un manejo previo inadecuado, lo cual provoca en la mayoría de los casos una muerte en un par de días. Durante este periodo son sometidos a un tratamiento sanitario de más de un mes para poder ser tratados por una enfermedad micótica que un gran porcentaje de la población de esta especie presenta. De la misma manera este periodo es considerado como un periodo de observación y aclimatación hacia las condiciones controladas para poder brindar las mejores condiciones de habitabilidad posibles.
El último grupo de anfibios rescatados pertenecen a juveniles y adultos de Telmatobius Culeus conocida como la Rana Gigante del Lago Titicaca. Esta especie es endémica del lago Titicaca y lagunas aledañas. Actualmente se encuentra categorizada a nivel global y nacional como En Peligro Crítico (CR), además de estar incluida desde el 2017 en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), de la cual Bolivia es parte desde 1991, lo cual significa que el comercio de ésta especie está prohibido y penado por ley.
Entre el grupo de ranas decomisadas también existen individuos de otra especie de rana acuática Telmatobius Mamoratus, categorizada a nivel global y nacional como Vulnerable (VU) y proveniente del altiplano boliviano y peruano.
Ambas especies son de alta prioridad para acciones a favor de su conservación debido a que sus poblaciones han disminuido dramáticamente en la última década, quedando solo algunas de manera aislada.
Por otro lado, los científicos han confirmado la presencia de Batrachochytrium Dendrobatidis (BD) en Bolivia, un hongo quitridio que ha diezmado a los anfibios en todo el mundo y en especial a los de montaña en Latinoamérica, cuya presencia ha sido confirmada en ambas especies, sin contar a otras inminentes amenazas en torno a sus hábitats y por efecto del cambio climático.